Efectividad a través de la conducta
Un principio clave del debate público En este documento y en el artículo 28 del Convenio de Oviedo se utiliza el concepto general de "debate público" para describir las interacciones discursivas en la esfera pública (es decir, no en un contexto profesional) a través de las cuales los individuos y los grupos pueden identificar, explorar y resolver sus diferentes intereses en cuestiones que les afectan (o podrían afectar) a todos. es que se deben respetar los intereses y las libertades de los participantes Las autoridades públicas, los expertos y los ciudadanos pueden ser considerados como participantes en una actividad o debate público., principio que también es la base de los derechos humanos. La eficacia de las actividades de debate público Una actividad organizada, de alcance delimitado, destinada a estimular y atender el debate público sobre un tema específico con la expectativa de que informe o influya en la elaboración de políticas o en la gobernanza. no puede garantizarse únicamente por su diseño, sino que requiere que se lleven a cabo de conformidad con los principios de la justicia procedimental.
Las medidas procedimentales pueden contribuir a contrarrestar los desequilibrios o desigualdades entre los implicados, incluidos tanto los que participan en las actividades de debate público como los que las inician o patrocinan.
El establecimiento de los principios de conducta que se han de observar en una actividad de debate público puede contribuir a aumentar la transparencia y apoyar la rendición de cuentas.
Imparcialidad
El respeto de todos los participantes puede entrañar que se preste especial atención o se adopten medidas especiales para alentar y permitir la participación de determinados grupos, y garantizar que se escuchen todas las voces equitativamente, incluidas las que expresan opiniones contrarias o poco ortodoxas. Es importante que en un debate público el centro de atención sea la cuestión que se va a debatir y no la persona que la debate.
En particular, debe garantizarse el respeto de las diferencias étnicas, culturales, religiosas y sociodemográficas, así como la igualdad de derechos de todos los participantes a que se tengan en cuenta sus opiniones. Demostrar respeto y equidad fomenta la confianza en la iniciativa.
La moderación o la facilitación independiente, imparcial y competente puede contribuir a garantizar que todos los participantes tengan una oportunidad justa de que se escuchen sus opiniones, independientemente de las diferencias sociales, políticas, educativas y económicas.
Privacidad
Las experiencias personales, vividas de los individuos pueden ser una fuente importante de conocimientos, datos y pruebas objetivas. Las personas pueden considerar que sus experiencias personales son pertinentes para el debate público y tal vez deseen compartirlas con otros. Es importante que el debate ofrezca un "espacio seguro" en el que hacerlo. Respetar la privacidad protegiendo el anonimato de los participantes podría ser importante, por ejemplo, para proteger a los participantes de la intrusión de los medios de comunicación. Esto puede ser, en cualquier caso, un requisito legal de la ley de protección de datos.
Para algunas personas la participación puede comportar exponer su vulnerabilidad y constituir un riesgo de estigmatización, discriminación o incluso de daño directo. Es particularmente importante tener presente lo anterior cuando la actividad implica la participación de niños y jóvenes. Muchos avances biomédicos plantean cuestiones que repercuten de manera desproporcionada atendiendo a la diferencia de género, edad y estado de salud o discapacidad, lo que entraña el riesgo de agravar las desigualdades si los grupos desfavorecidos no pueden participar equitativamente en el debate.
Cuando sea importante contar con la participación de determinados grupos o individuos afectados por una medida propuesta, y la participación directa suponga una amenaza para su intimidad, deberán tenerse en cuenta medios alternativos para posibilitar la participación. Por ejemplo, por vídeo, a través de intermediarios de confianza o mediante comunicaciones escritas. Si la participación de personas particularmente afectadas requiere el anonimato, la legitimidad del proceso podría mantenerse, por ejemplo, mediante medidas de seguridad independientes.
Es necesario considerar el posible conflicto entre la importancia actuar con transparencia y la necesidad de proteger la privacidad de las personas que participan en un debate público.
Podría ser apropiado involucrar a diferentes públicos por separado cuando, por razones estructurales o contingentes, ciertos subgrupos no puedan participar en pie de igualdad con otros.
Una norma como la "Chatham House Rule" (según la cual la información recibida puede divulgarse posteriormente siempre que no se revele la identidad del proveedor de la información ni de ningún otro participante) puede permitir que las personas que participan en un debate público expresen sus opiniones sin temor a consecuencias negativas por hacerlo. En caso de aplicar esta norma, debe acordarse desde el principio y aplicarse de manera creíble.
Transparencia de intereses
La transparencia es un aspecto importante de la equidad. Tanto los promotores La persona o autoridad que toma la iniciativa en una actividad de debate público (véase "debate público con o sin invitación"). El promotor normalmente proporcionará o coordinará los recursos para la actividad y podrá encargar a especialistas que faciliten o realicen la actividad en su nombre. como los participantes deben ser transparentes en cuanto a sus objetivos e intereses cuando patrocinan o participan en el debate público, y también respecto a las fuentes de financiación. Debido a sus intereses, puede ser apropiado que los patrocinadores se autoexcluyan de participar o que sean profesionales independientes los que lleven a cabo en su nombre las actividades de debate público.
Los intereses pertinentes no se limitan a los intereses públicos. También deben tenerse en cuenta y declararse los intereses personales, ya que los intereses personales ocultos de los participantes, de los expertos o de otros grupos involucrados pueden socavar la confianza y la credibilidad del resultado del debate. Sin embargo, el hecho de tener un interés en el tema en cuestión no debe impedir la participación. Al contrario, es un motivo para implicarse. Sin embargo, en asuntos de interés público, no debe suponer una influencia privilegiada.
Los promotores, expertos, patrocinadores y participantes deben revelar cualquier interés pertinente que tengan en la iniciativa o en su resultado. Esto puede hacerse al presentarse a los demás participantes por primera vez o, en el caso de los expertos, mediante una declaración de interés por escrito.
Sinceridad
Es importante que la gente participe con sinceridad y de buena fe, en lugar de manipular los debates públicos en aras de un interés privado. Esto es particularmente importante cuando en el debate público se recurre a hechos y pruebas científicas y cuando se recurre a testimonios de expertos. Es conveniente utilizar un lenguaje claro, no técnico, e inequívoco para evitar malentendidos. Quienes ofrezcan pruebas periciales deben explicar las incertidumbres y los límites de los conocimientos técnicos. La honestidad sobre las fuentes es importante. Se debe recordar a los expertos que eviten valoraciones y que se reserven sus opiniones personales.
Es importante asegurar que se presta la debida atención a la evidencia pertinente disponible y que están debidamente representadas las diferencias de opinión de los expertos.
Se debe pedir a los expertos que sean transparentes sobre los riesgos y consecuencias conocidas, así como sobre los límites del conocimiento y del pronóstico.
A veces el intercambio de opiniones entre los expertos o la participación de expertos con opiniones contrarias puede ayudar a alcanzar un equilibrio cuando la imparcialidad es poco probable.