¿Cuándo es el momento adecuado para iniciar un debate público?
El debate público En este documento y en el artículo 28 del Convenio de Oviedo se utiliza el concepto general de "debate público" para describir las interacciones discursivas en la esfera pública (es decir, no en un contexto profesional) a través de las cuales los individuos y los grupos pueden identificar, explorar y resolver sus diferentes intereses en cuestiones que les afectan (o podrían afectar) a todos. debe ser un proceso continuo más que un evento puntual, aunque puede ser apropiado organizar diferentes tipos de actividades en diferentes contextos y ocasiones clave. El debate público debe contemplarse dentro de en un contexto más abierto de gobernanza En esta guía, "gobernanza" significa el uso responsable del poder o la autoridad para establecer, supervisar y hacer cumplir normas y comportamientos dentro de los sistemas u organizaciones. Puede significar tanto dirigir el comportamiento de las personas como garantizar que se les exija responsabilidades. La gobernanza puede hacerse efectiva a través de medidas obligatorias y no obligatorias (disposiciones legales, sistemas de licencias, normas profesionales, códigos de conducta, recomendaciones, etc.). La gobernanza puede ser una función tanto de los agentes públicos como de los privados. democrática.
Las actividades de debate público Una actividad organizada, de alcance delimitado, destinada a estimular y atender el debate público sobre un tema específico con la expectativa de que informe o influya en la elaboración de políticas o en la gobernanza. suelen tener un propósito específico y un marco predefinido. Pero el debate público no tiene por qué finalizar en una decisión única alcanzada en un momento determinado.
Los participantes Las autoridades públicas, los expertos y los ciudadanos pueden ser considerados como participantes en una actividad o debate público. no deben sentir que la decisión ya ha sido tomada y que pueden tener poca influencia real. Esto se ha de tener en cuenta tanto cuando las decisiones se han tomado a nivel político pero tienen que hacer frente a las críticas, como cuando se buscan las opiniones del público antes de tomar la decisión.
El debate público continuo fomenta una cultura de participación activa que ayuda a crear conciencia y competencia en asuntos que conciernen a todos los ciudadanos.
El debate público en la fase inicial
Las actividades de debate público en una fase temprana, antes de que la investigación y los avances científicos se trasladen a la práctica, se han propugnado como una forma de aumentar la influencia social sobre los objetivos y la orientación de la investigación y la innovación, con el fin de que la ciencia sea más responsable socialmente. La participación del público en una etapa temprana puede contribuir a orientar los avances en una dirección que sea aceptable para la sociedad.
La participación temprana del público en torno a los valores, las esperanzas y los temores puede ayudar a los investigadores y a los encargados de formular políticas, a orientar las innovaciones y los avances en una dirección que sea aceptable para toda la sociedad.
Ver ejemplo de DinamarcaEl debate público en relación con la elaboración de políticas
El debate público ayuda a identificar un interés público compartido por los ciudadanos. Conectar este interés público con la política pública es una forma de hacer que el debate público se tenga en cuenta.
Muy a menudo el debate público se inicia en el proceso de elaboración de políticas públicas con la intención de presentar propuestas de enmiendas a una ley o a políticas públicas.
Cuando la iniciativa es políticamente controvertida, es importante considerar cuidadosamente el momento oportuno para iniciar el diálogo a fin de evitar que los participantes sólo debatan sus diferentes posiciones políticas. En tales circunstancias es importante dejar tiempo suficiente para un examen reflexivo de los temas de modo que se incorpore al debate la mayor variedad de opiniones y valores.
A la inversa, cuando las cuestiones complejas se ven atrapadas en las convencionales oposiciones políticas, los procesos de debate público pueden ofrecer un espacio para explicar y debatir las diferentes posiciones con miras a encontrar un terreno de entendimiento común.
Tal vez sea necesario evitar los momentos políticamente delicados para que el resultado responda a las cuestiones en lugar de verse influido por la afiliación política.
Ver ejemplo de Dinamarca e IrlandaDinamarca - Debate público en dinamarca sobre el futuro del sistema de salud (2008)
La Junta Danesa de Tecnología organizó un debate público que aportara información a los responsables políticos sobre la opinión de los ciudadanos acerca de, entre otras cosas, las prioridades dentro de la atención sanitaria, antes de decidir que dirección política tomar.
El debate público sobre el futuro del sistema de atención de la salud abordó una cuestión políticamente delicada como es el cambio de las disposiciones relativas a la financiación pública frente a la financiación privada de determinados tratamientos, por lo que era importante evitar un momento políticamente delicado. De este modo también se sacó del contexto político un tema políticamente delicado y lo convirtió en un tema de debate público. La formulación de políticas se orientó finalmente por el resultado del debate.
Irlanda - Debate público sobre el aborto y la derogación de la octava enmienda de la constitución (2016)
La cuestión de la derogación de la Octava Enmienda de la Constitución de Irlanda relativa a la prohibición del aborto fue un tema políticamente muy delicado, por lo que era importante distanciar a la Asamblea de Ciudadanos de las influencias políticas. Esto se consiguió obteniendo el acuerdo público de los principales partidos para no predisponer el debate.