Por qué el debate público es especialmente importante ahora
La estructura de las relaciones sociales y la forma en que las personas comparten información, forman opiniones colectivas e influyen en las decisiones públicas han experimentado cambios importantes en el siglo XXI, sobre todo debido a las nuevas tecnologías de la información, que han dado lugar a nuevos modos de interacción social.
En algunos casos, no existen los marcos regulatorios que aborden el riesgo, el efecto y las implicaciones sociales de los avances técnicos o no se han desarrollado a la par. Muchas tecnologías están en continuo desarrollo, dando lugar a aplicaciones que tal vez no se hayan previsto. Pueden ser difíciles de establecer y, por lo tanto, dichos avances pueden quedar fuera de los marcos regulatorios existentes.
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Los avances en biomedicina, especialmente las nuevas tecnologías, suelen ser complejos; llegan en circunstancias social y culturalmente definidas y conllevan no sólo posibilidades, sino también incertidumbres y ambigüedades. Con frecuencia, los beneficios son inicialmente más evidentes que los riesgos y los efectos secundarios, que no siempre pueden anticiparse. Estos riesgos y efectos secundarios a menudo salen a la luz solo a través de la experiencia, una vez puestos en práctica. Cuando las consecuencias se hacen más evidentes puede ser demasiado tarde para cambiar el curso de los acontecimientos.
El enfoque responsable de la innovación en biomedicinas reconoce el deber de anticipar e informar al público sobre los desarrollos que podrían tener un gran impacto en sus vidas y en la sociedad en la que viven, y los involucra en la orientación de las decisiones, con el fin de obtener un resultado que sea aceptable, por ejemplo, respecto a cómo y bajo qué circunstancias podría utilizarse una nueva tecnología. El debate público En este documento y en el artículo 28 del Convenio de Oviedo se utiliza el concepto general de "debate público" para describir las interacciones discursivas en la esfera pública (es decir, no en un contexto profesional) a través de las cuales los individuos y los grupos pueden identificar, explorar y resolver sus diferentes intereses en cuestiones que les afectan (o podrían afectar) a todos. puede ayudar a explorar los valores y principios que subyacen a las diferentes respuestas de modo que, cuando surjan consecuencias imprevistas, los responsables de la formulación de políticas puedan estar mejor preparados para afrontarlas.
A pesar de sus evidentes ventajas, la era del acceso masivo a las tecnologías de la información digital ha alimentado, lamentablemente, la división de la sociedad. Ha permitido la difusión de información errónea, ha dividido a la sociedad y ha incubado discusiones que se refuerzan a sí mismas entre grupos homogéneos, ha fomentado la intolerancia a la crítica y justificado el rechazo de la evidencia a favor de la opinión. La promoción del debate público, en el que puedan confrontarse opiniones, junto con instrumentos basados en la evidencia, es un contrapeso importante para tales prácticas.
Es particularmente importante que los elementos de interés no se evalúen únicamente a través de un conglomerado de opiniones recogidas en entornos que ofrecen pocas oportunidades para la impugnación o la rendición de cuentas, como los medios de comunicación sociales. Sin un debate inclusivo, existe un riesgo real de que se pasen por alto las voces de quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad, incluso hasta el punto de que no puedan reclamar la protección de sus derechos.
Los avances técnicos en biomedicinas pueden producirse con gran rapidez y pueden plantear desafíos a los legisladores y profesionales de la salud.
Las nuevas plataformas de interacción social pueden crear un debate polarizado dentro de comunidades segregadas en torno a temas que pueden merecer una reflexión más amplia e inclusiva.
Sin los esfuerzos necesarios para promover el debate público, las voces de los grupos marginados y vulnerables pueden ser ahogadas o pasarse por alto.
Alemania - Discurso público sobre la edición del genoma (2019)
La tecnología de edición de genes CRISPR-Cas9 en rápida evolución ha sido identificada como una preocupación bioética que es muy pertinente abordar mediante el debate público, tanto con fines de sensibilización como para mapear sus riesgos y beneficios. Alemania es uno de los países que ha organizado un amplio debate público sobre el tema, véase el ejemplo alemán sobre la iniciativa Genomchirurgie im gesellschaftlichen Diskurs en 2019.