“Sigo con preocupación los últimos acontecimientos ocurridos en nuestro Estado miembro Georgia, con respecto al proyecto de ley “sobre la transparencia de la influencia extranjera” adoptada en primera lectura por el parlamento georgiano el 7 de marzo. Es esencial que cualquier legislación de ese tipo siga los estándares del Consejo de Europa respecto a los derechos humanos, democracia y Estado de derecho. Con este fin, si prosigue la tramitación de de dicha ley, hago un llamamiento a las autoridades georgianas para que soliciten una opinión a la Comisión de Venecia del Consejo de Europa y sigan sus recomendaciones. Una sociedad civil dinámica y activa es clave para el buen funcionamiento de cualquier democracia. Urjo a las autoridades georgianas a que aseguren un diálogo político serio y pacífico, que cuente con la participación de la sociedad civil”.
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