“La fuerza bruta y el abuso de poder nunca pueden tener la última palabra. Esta convicción fue la que inspiró al Reino de los Países Bajos a unirse a otros nueve países en 1949 para fundar el Consejo de Europa”, señaló su majestad el rey Guillermo Alejandro dirigiéndose a la Asamblea Parlamentaria (APCE). El rey de los Países Bajos pidió unidad entre los Estados miembros citando a Winston Churchill en la Haya en 1948, “tiene que ser todo para todos”.
“Durante casi tres cuartos de siglo, el Consejo de Europa ha demostrado que no tenemos que ser rehenes del dolor y la amargura del pasado. Que hay una alternativa a la violencia y a la tiranía. Que es posible vivir juntos en paz y en libertad siempre que permanezcamos en el diálogo”, añadió el monarca neerlandés.
En el centro de su discurso hubo una clara referencia a la invasión rusa de Ucrania: “nosotros, europeos, no queremos ver que el reloj retrocede un siglo. No queremos volver atrás al tiempo de ‘la ley del más fuerte’ o a una era de nacionalismo extremo, propaganda de odio y terror. No se puede permitir que vuelvan esos fantasmas del pasado. Sería un error histórico creer que, en 2022, se puede separar a Europa mediante la fuerza o que la violencia puede ser utilizada para privar a un pueblo de su libertad”.
El rey recordó la importancia del Estado de derecho. “El Estado de derecho no funciona perfectamente. Un Estado que se gobierna por la Ley no es un Estado que no cometa errores, pero sí uno en el que se aprende de ellos como parte de un proceso continuo de mejora. Es por eso que no debemos temer a las críticas de los demás”.
Durante su visita a Estrasburgo, el monarca estuvo acompañado por el ministro de Seguridad Jurídica, Franc Weerwind. El rey se reunió también con el presidente de la Asamblea Parlamentaria, Tiny Kox; con la secretaria general, Marija Pejčinović Burić; con el presidente del Congreso de Autoridades Locales y Regionales, Leendert Verbeek; con la comisaria de Derechos Humanos, Dunja Mijatović; con el presidente del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Robert Spano, y con la magistrada neerlandesa Jolien Schukking.
Por último, el monarca visitó el Centro Europeo de la Juventud (EYC) y se reunió con representantes de la Plataforma para proteger el periodismo y la seguridad de los periodistas.