Con ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la portavoz del Congreso para la igualdad de género, Eirini Dourou (SOC, Grecia), formuló la siguiente declaración:
«Toda sociedad inclusiva empieza por la inclusividad en los estamentos de toma de decisiones. Sin embargo, las mujeres siguen estando insuficientemente representadas en la política. Con demasiada frecuencia, las actitudes sexistas y la violencia contra las mujeres las disuaden de hacer oír sus voces y participar en la vida política. Por ello, el Congreso está convencido de que poner fin a la violencia contra las mujeres es fundamental para el ejercicio efectivo de sus derechos y para promover su participación en la vida pública local y regional.
El Congreso ha desarrollado los instrumentos necesarios para ayudar a las autoridades locales y regionales, el nivel de gobernanza más cercano a los ciudadanos, a luchar contra la violencia sexista y facilitar la participación de las mujeres en la vida pública. También hemos sido el primer órgano del Consejo de Europa en establecer contingentes para una representación equilibrada entre nuestros miembros.
Ahora tenemos que procurar que las autoridades locales y regionales adopten medidas, por ejemplo mediante el establecimiento de mecanismos de denuncia dentro de sus administraciones, el desarrollo de mecanismos de asesoramiento confidencial y la introducción de códigos de conducta que prohíban el discurso sexista o el acoso en los consejos locales y regionales.
El nivel local es el primer nivel de entrada de muchas mujeres en la política y es inaceptable que muchas de ellas decidan renunciar debido al sexismo o la violencia. Día tras día, tenemos que trabajar para eliminar sistemáticamente la violencia contra las mujeres en la gobernanza local. El Día Internacional es solo un recordatorio del camino a seguir y de la urgencia de hacerlo.
Como portavoz del Congreso en materia de igualdad de género, quiero recordar a todos los alcaldes, concejales y representantes regionales que no existe una sociedad justa sin unos sólidos derechos de las mujeres, porque los derechos de las mujeres son derechos humanos.
Así pues, pongamos a todas las autoridades locales y regionales frente al espejo y preguntémonos: «¿Qué más puedo hacer para que mi ciudad o región sea un lugar en el que las mujeres puedan presentarse a un cargo público sin miedo?».