Una mayor marginalización de los grupos más desfavorecidos a causa de la larga pandemia de Covid-19, el problema recurrente del racismo dentro de las fuerzas policiales y un aumento de los discursos anti-LGTBI han sido las tendencias del año 2021, según indica el informe anual de la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia del Consejo de Europa (ECRI).
La pandemia de Covid-19 durante el pasado 2021 se tradujo en un aumento de la digitalización de los servicios (tales como la educación, la sanidad o la adquisición de permisos de residencia o de trabajo), marginalizando aún más a los sectores de la población más desfavorecidos que carecen de acceso a las tecnologías digitales. Las personas que han inmigrado y que representan una alta proporción de los trabajadores dl sector de servicios corrieron un mayor riesgo de exposición al virus, dado que dicho sector no permite trabajar desde casa.
En el sector de la educación, las numerosas restricciones relacionadas con el Covid-19 impuestas en las escuelas afectaron de manera negativa a los niños que ya afrontan mayores dificultades, tales como niños inmigrantes y gitanos: las clases en línea representaron un gran desafío debido a la falta de un espacio de trabajo apropiado, equipamiento o conexión a internet. Mientras que en algunos países las autoridades adoptaron medidas para ayudar a los niños desfavorecidos a continuar con su educación, este no fue así en todos los Estados miembros del Consejo de Europa.
El racismo en las fuerzas policiales sigue siendo un gran problema en numerosos países, más aún a la hora de hacer cumplir las restricciones impuestas durante la pandemia (toque de queda, confinamiento). El informe de laECRI hace especial hincapié en los controles de identidad y cacheos en función de perfiles raciales, el uso de lenguaje racista y el uso de fuerza excesiva hacia las personas, lo que no sólo afectó a víctimas individuales, sino que estigmatizó a comunidades enteras. Las víctimas de tales prácticas se sintierong a menudo poco respaldadas por las autoridades.
La situación de las personas LGTBI y de sus comunidades siguió siendo muy distinta dependiendo del país. La crisis del Covid-19 también afectó a este sector de la población. Los jóvenes LGTBI que todavía viven o vivían con sus padres se encontraron a menudo expuestos a faltas de respeto e intimidaciones. El apoyo psicosocial de individualizado ofrecido por ciertas ONGs también se vio restringido. En general, en varios Estados se han generado duros discursos políticos contra las “ideologías LGTBI” o las “ideologías de género” amplificados por los medios de comunicación y en el discurso público general. Estos comportamientos se han visto reforzados por la adopción de leyes específicamente dirigidas hacia las personas LGBTI y sus derechos o con el objetivo de imponer la necesidad de proveer informaciones respecto a la homosexualidad y la identidad de género dentro de instituciones públicas y marcos de carácter público, tales como colegios o la publicidad. Rara vez se producen condenas de dichos ataques la argumentación contundente de un contra discurso alternativo parte de altos cargos políticos.
La presidenta del ECRI, Maria Daniella Marouda, aprovechó la publicación del informe anual del año 2021 para anunciar que no hay que subestimar el peligro que representan las declaraciones políticas ultranacionalistas y sus discursos de odio. “Este discurso político ultranacionalista y su propaganda han precedido y todavía acompañan a la agresión militar de la Federación de Rusia contra Ucrania que empezó en febrero y que se ha traducido en un inmenso sufrimiento para el pueblo ucraniano”, insistió la presidenta.
A raíz de la agresión militar de la Federación de Rusia contra Ucrania, el 16 de marzo del 2022 el Comité de Ministros del Consejo de Europa decidió expulsar a la Federación de Rusia de la Organización, después de haber sido miembro durante 26 años. Dicha decisión también puso fin al trabajo del ECRI dentro de la Federación de Rusia respecto al racismo y a la intolerancia.
Nota de prensa [EN]
