En un nuevo informe, el Comité para la Prevención de la Tortura del Consejo de Europa (CPT) vuelve a insistir sobre la necesidad de que las autoridades portuguesas establezcan un sistema eficaz y disuasorio para investigar los malos tratos policiales, un problema recurrente en el país a lo largo de los años (véase el resumen ejecutivo del informe).
El informe contiene las conclusiones de la última visita del CPT al país, del 23 de mayo al 3 de junio de 2022. El principal objetivo de la visita era examinar el trato que se da a las personas detenidas por la Policía de Seguridad Pública (PSP) y la Guardia Nacional Republicana (GNR) y evaluar una vez más la eficacia de las investigaciones sobre las denuncias de malos tratos policiales. La visita también buscaba examinar la situación de las mujeres encarceladas y el trato que se da a los pacientes internado en la clínica psiquiátrica de la prisión de Santa Cruz do Bispo y en la unidad forense del Hospital Magalhães Lemos de Oporto.
El CPT ha constatado que los malos tratos a personas detenidas por parte de agentes de la PSP y la GNR sigue siendo una práctica frecuente. Los malos tratos alegados se referían principalmente a bofetadas, puñetazos, golpes con la porra y patadas en el cuerpo después de que la persona ya estuviera bajo control. En su informe, el CPT pide a las autoridades portuguesas que redoblen sus esfuerzos para erradicar los malos tratos policiales.
En su respuesta, las autoridades portuguesas proporcionan información sobre las medidas tomadas para aplicar las recomendaciones del CPT. El informe del CPT y la respuesta de las autoridades portuguesas se han hecho públicos a petición del Gobierno portugués.
