El Comité de Ministros del Consejo de Europa ha adoptado una Recomendación dirigida a sus 46 Estados miembros destinada a ayudarles a luchar contra el fraude en el área de la educación.
La recomendación es el resultado de cuatro años de trabajo en el marco de la plataforma ETINED del Consejo de Europa sobre ética, integridad y transparencia en la educación, y surge de la necesidad de un instrumento internacional que aporte un enfoque europeo común para este tema.
Esta nueva norma se estructura en torno a cuatro dimensiones: prevención, enjuiciamiento, cooperación internacional y vigilancia. El texto realiza seis recomendaciones principales a los Estados miembros del Consejo de Europa:
- promover la calidad de la educación eliminando el fraude educativo;
- proteger a los alumnos, estudiantes, investigadores, y personal en todos los niveles educativos de las organizaciones e individuos que venden (y anuncian) servicios fraudulentos;
- apoyar la aplicación de medidas preventivas y protectoras, así como una cultura de igualdad de oportunidades en todos los niveles y sectores de la educación y la formación y en la transición entre estos ámbitos;
- vigilar las innovaciones tecnológicas que puedan favorecer nuevas formas de fraude;
- facilitar la cooperación internacional en este campo;
- apoyar una vasta difusión de la Recomendación.
Incluye definiciones, acordadas comúnmente a nivel europeo, sobre fraude educativo, plagio y diferentes tipos de proveedores de documentos fraudulentos como “fábricas” de acreditaciones y visados, diplomas, así como bancos de ensayos.
La educación se entiende en su dimensión más amplia, con todas las medidas que contiene el texto aplicándose al acceso a la educación y a todos los niveles y formas educativas, en línea y presenciales, desde preescolar hasta la educación superior, incluyendo la formación profesional y el aprendizaje permanente.
Una de las recomendaciones clave es minimizar la publicidad de servicios fraudulentos, que se ve exacerbada por el uso de la web y de las redes sociales. La cooperación internacional se considera esencial para este propósito, para crear un procedimiento de intercambio de información y de vigilancia de actividades fraudulentas nacionales y trasnacionales.