En una decisión adoptada a la luz de un informe de la secretaria general, Marija Pejčinović Burić, el Comité de Ministros ha mostrado su profunda preocupación por la situación de los derechos humanos en los territorios de Ucrania temporalmente controlados u ocupados por la Federación de Rusia, incluida la República Autónoma de Crimea y la ciudad de Sebastopol, con pruebas de múltiples y graves violaciones de los derechos humanos internacionales y del derecho internacional humanitario.
El Comité de Ministros ha recordado que las violaciones de los derechos humanos a gran escala cometidas por las autoridades ocupantes rusas incluyen, entre otras, el uso sistemático de la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, ejecuciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzosas, violencia sexual y de género, así como deportaciones forzosas de ciudadanos y ciudadanas ucranianos de Ucrania a Rusia o Bielorrusia, alistamiento forzoso de ciudadanos ucranianos en el ejército ruso, violaciones de los derechos a la propiedad y a la libertad de circulación, medidas abusivas y prácticas de discriminación contra los residentes en la Crimea temporalmente ocupada, incluyendo a las personas de etnia ucraniana y a los tártaros de Crimea, además de a personas pertenecientes a otros grupos étnicos y comunidades religiosas.
En particular, los miembros del Comité están preocupados por las evidencias de asesinatos, lesiones, abusos sexuales de niños y niñas y su deportación por parte de las fuerzas rusas, y piden que sean devueltos a sus familias.
El Comité de Ministros ha destacado la necesidad de realizar investigaciones rápidas, independientes e imparciales a nivel nacional e internacional sobre las denuncias por violaciones y abusos de la legislación internacional de los derechos humanos, las violaciones del derecho internacional humanitario y delitos relacionados. Ha vuelto a recordar el firme compromiso de los líderes políticos europeos, en la cuarta cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Consejo de Europa celebrada en Reikiavik el 16 y 17 de mayo de 2023, de apoyar a Ucrania, garantizar que Rusia y sus dirigentes rindan cuentas y que las víctimas tengan acceso a la justicia y a la obtención de indemnizaciones. El Registro de daños para Ucrania es la primera pieza de un futuro mecanismo internacional de indemnización.
Véase también el archivo de la guerra de Rusia contra Ucrania