“Estoy extremadamente preocupada por la grave situación humanitaria y de los derechos humanos en Nagorno-Karabakh y mis pensamientos están con los habitantes que están soportando la carga de esta situación.
Reitero firmemente mis anteriores llamadas para restablecer la libertad de movimiento a lo largo del corredor de Lachin. Quiero llamar la atención sobre las medidas provisionales que dictó el Tribunal Europeo de Derechos Humanos respecto al corredor de Lachin hace siete meses.
También hago un llamamiento a ambas partes para que se involucren en un diálogo auténtico con vistas a garantizar el paso libre y seguro por el corredor de Lachin. Este diálogo debería conducir también a la desescalada de las tensiones y al restablecimiento de la paz, también en cumplimiento de los compromisos asumidos por Armenia y por Azerbaiyán al adherirse al Consejo de Europa hace más de 23 años”.