La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) ha instado a los países europeos a reforzar su capacidad de resiliencia frente a la «injerencia extranjera» que pretende socavar la democracia en Europa, apelando a la transparencia en el gobierno y la política, al refuerzo de las instituciones democráticas y a una ciudadanía informada y educada que esté alerta frente a las tácticas de manipulación de los medios de comunicación.
Al aprobar una resolución basada en un informe de Zanda Kalniņa-Lukaševica (Letonia, PPE/DC), la Asamblea advirtió de que Europa está en el punto de mira de «injerencias intencionadas, encubiertas y manipuladoras de potencias extranjeras, sus representantes o sus agentes privados» con el objetivo de socavar la soberanía, desestabilizar los sistemas políticos y debilitar la confianza pública.
La Asamblea tomó nota de la fuerte escalada de injerencias hostiles procedentes de Rusia desde el comienzo de su guerra de agresión a gran escala contra Ucrania. Condenó los intentos de perturbar los procesos electorales y democráticos en toda Europa, describiendo esta escalada como parte de un patrón más amplio dirigido a debilitar los cimientos de las sociedades democráticas.
Subrayando que los esfuerzos para contrarrestar la injerencia extranjera deben basarse en el respeto de los derechos humanos, los parlamentarios abogaron por un «enfoque de toda la sociedad», que implique por igual a Gobiernos, parlamentos, autoridades locales, empresas privadas, periodistas, sociedad civil y ciudadanos. Entre las recomendaciones específicas formuladas por la Asamblea, se subrayó que unas sociedades resilientes, unas instituciones democráticas sólidas, una sociedad civil activa e informada y una gobernanza transparente seguían siendo la defensa más eficaz contra la injerencia extranjera.