A raíz de las elecciones presidenciales en Rusia, el presidente de la APCE, Theodoros Rousopoulos, ha formulado hoy la siguiente declaración:
«Hace unos minutos han cerrado los colegios electorales de las supuestas "elecciones" en la Federación de Rusia y los sondeos a pie de urna han confirmado las previsiones. No ha habido grandes sorpresas en el resultado de este ejercicio. De hecho, todos sabíamos cuál iba a ser el resultado desde hace meses. Vladímir Putin ha revalidado un nuevo mandato.
»Estas elecciones no tienen ninguna legitimidad. No ha habido verdaderos candidatos alternativos, ni medios de comunicación libres, ni observadores creíbles presentes. La sociedad civil ha sido silenciada. Y lo que es más grave: estas elecciones también se han celebrado en el territorio ilegalmente ocupado y anexionado de Ucrania. Toda oposición política ha sido brutalmente reprimida, y todo crítico con el régimen está encarcelado o ha sido obligado a abandonar el país. Y desde un punto de vista trágico, el líder de la oposición más locuaz y popular, Alexei Navalny, fue asesinado en prisión hace un mes, tras ser sometido a torturas y tratos inhumanos durante meses.
»No puede haber elecciones libres y justas en tales circunstancias. El Sr. Putin carece claramente de cualquier vestigio de legitimidad democrática.
»Así lo ha confirmado la Comisión de Venecia del Consejo de Europa, que ha concluido que el procedimiento para conceder a Putin aún más mandatos viola el derecho constitucional ruso y contraviene principios jurídicos internacionales de larga data.
»La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa insta unánimemente a la comunidad internacional a que deje de reconocer la legitimidad de Putin como presidente. Les pedimos que cesen todo contacto con Putin, salvo en aras de la paz y con fines humanitarios, por ejemplo para organizar intercambios de prisioneros o para traer a casa a los niños desaparecidos de Ucrania.
»El poder arrollador de Putin, exacerbado actualmente por su larguísimo mandato, combinado con la falta de controles y equilibrios como un Parlamento fuerte, un poder judicial independiente, medios de comunicación libres y una sociedad civil vibrante, ha convertido tristemente a la Federación de Rusia en una dictadura de facto.
»Esto no es lo que se merece el pueblo ruso. Tampoco se merece la burla de elecciones que hemos presenciado hoy.
»La Asamblea Parlamentaria seguirá apoyando el desarrollo de una visión alternativa de Rusia como país pacífico, libre, democrático y responsable, que no suponga una amenaza para sus vecinos ni para sus propios ciudadanos. Intensificaremos nuestro apoyo a la oposición democrática rusa que comparte los principios y valores del Consejo de Europa, a los defensores de los derechos humanos, a los periodistas independientes y a la sociedad civil libre. Estaremos al lado de todos aquellos que se atrevan a luchar por la libertad en Rusia, que condenen la guerra de agresión contra Ucrania y reconozcan plenamente su integridad territorial.
»La libertad y la democracia prevalecerán en Rusia».