En su primer informe sobre Rumanía, el GREVIO, el grupo de expertos independientes del Consejo de Europa que vigila la aplicación del Convenio para prevenir y combatir la violencia de género y la violencia doméstica (Convenio de Estambul), reconoce que ha dado pasospara cumplir con el tratado, pero identifica áreas donde aún es necesario avanzar. Rumanía ha hecho esfuerzos importantes para construir una legislación, unas políticas y un marco institucional para prevenir y combatir la violencia de género desde que ratificó el Convenio de Estambul en 2016, especialmente con respecto a la violencia doméstica.
Entre estos pasos positivos figuran varias enmiendas a las leyes de violencia doméstica e igualdad y a la Estrategia Nacional para la promoción de la igualdad de oportunidades, del trato entre mujeres y hombres y de prevención y lucha contra la violencia para el periodo 2018-2021. La Ley de Violencia Doméstica establece una definición amplia de la violencia doméstica, que incluye la ciberviolencia desde 2020, y que configura un sólido mecanismo de protección de las víctimas.
Por otro lado, los mecanismos penales para combatir la violencia sexual, que se considera infradenunciada, presentan graves deficiencias. La definición de violación en el Código Penal no es conforme con el Convenio de Estambul y debería ser modificada para incorporar íntegramente la noción de falta de consentimiento libremente otorgado. Además, el país carece de una distribución geográfica adecuada de centros plenamente funcionales de remisión de casos de violación o de violencia sexual. (Leer más...)
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