La secretaria general Marija Pejčinović Burić se ha reunido en el Palacio de Europa con Yulia Navalnaya.
Al tiempo que expresaba sus condolencias y su profunda tristeza por la pérdida del destacado líder de la oposición rusa, la secretaria general ha manifestado que la muerte de Navalny no puede disociarse de las graves violaciones de derechos humanos que sufrió. Entre ellas figura un intento de envenenamiento no investigado, una serie de causas penales por motivos políticos y el encarcelamiento injusto en condiciones que equivalían a trato degradante e inhumano, por todo lo cual las autoridades rusas son plenamente responsables. La secretaria general también se ha referido a precedentes en la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en los que los parientes cercanos o herederos, en determinadas condiciones, reanudaron las causas pendientes tras la muerte de los demandantes originales.
Marija Pejčinović Burić ha recordado que la Federación de Rusia sigue teniendo la obligación jurídica internacional incondicional de ejecutar las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, incluidas las dictadas en relación con el Sr. Navalny.
A consecuencia de dicha obligación, así como de su condición de Parte en el Convenio Europeo para la Prevención de la Tortura y de las Penas o Tratos Inhumanos o Degradantes, la Federación de Rusia debe garantizar una investigación efectiva sobre la muerte del Sr. Navalny durante su detención, según ha reiterado la secretaria general.
Marija Pejčinović Burić ha lamentado la represión sin precedentes contra la sociedad civil y los defensores de los derechos humanos en la Federación de Rusia. En este contexto, ha elogiado la valentía de Navalny para luchar por una Rusia libre y democrática, así como la determinación de Yulia Navalnaya de continuar el legado de su marido.