La secretaria general, Marija Pejčinović Burić, se ha reunido con la ministra de Asuntos Exteriores, Alicia Bárcena, la presidenta del Senado, Ana Lilia Rivera, y otras personalidades durante una visita oficial a México, con motivo del 25º aniversario del estatuto de observador del país ante el Consejo de Europa.
Los debates han hecho balance de la declaración conjunta sobre “la asociación estratégica Consejo de Europa-México” y han destacado la cooperación creciente en materia de igualdad de género, Inteligencia Artificial (IA), protección de datos, derechos de los menores, política antidrogas, y el Programa de Ciudades Interculturales. También se han subrayado prioridades como el seguimiento de la cumbre de Reikiavik (en particular el refuerzo de la dimensión exterior del Consejo de Europa) y el interés por parte de México de adherirse al Registro de Daños para Ucrania.
El orden del día ha contado con un intercambio con las agencias del Gobierno y con representantes de la sociedad civil. Además se ha discutido la posible adhesión de México a algunos tratados del Consejo de Europa, como el Convenio de Lanzarote y el de Estambul. También sobre los Convenios sobre el Deporte, dada su importancia en el contexto de la coorganización mexicana del Mundial de Fútbol masculino de la FIFA 2026. Asimismo se ha destacado la excelente cooperación de México en el Grupo Pompidou, así como el Convenio sobre IA que se abre a la firma el 5 de septiembre de 2024 en Vilna.
Marija Pejčinović Burić ha intervenido en la ceremonia de clausura de la 3ª Conferencia Ministerial sobre Políticas Exteriores Feministas, y ha declarado: “nuestro Convenio de Estambul sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica busca prevenir la violencia, proteger a las víctimas y ayudar a perseguir a los autores. En vigor desde hace diez años, el Tratado de Estambul reconoce que la violencia deja cicatrices, intimida e inhibe a sus víctimas, socavando su libertad, su seguridad y su potencial. Hasta que esto no se detenga, y tiene que detenerse, no podrá alcanzarse la auténtica igualdad de género”.