El secretario general adjunto, Bjørn Berge, ha concluido una visita de trabajo de tres días a los Estados Unidos (25-27 de marzo), donde ha constatado un amplio apoyo a Ucrania, preocupación por el retroceso democrático en todo el mundo y ganas de colaborar para encontrar soluciones.
En Washington D. C., para empezar, el secretario general adjunto se reunió con los funcionarios del Gobierno Nicole Chulick, subsecretaria adjunta de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, y Jeremy Bernton, jefe de gabinete del representante especial de los Estados Unidos para la recuperación de Ucrania. En estas reuniones se habló de los diversos desafíos en materia de derechos humanos, democracia y Estado de Derecho a los que se enfrentan Europa y el resto del mundo, así como del valor de los EE. UU. como observador en el Consejo de Europa, en particular su participación en el nuevo Convenio Marco sobre IA y el Registro de Daños para Ucrania. También se convino en la necesidad de un apoyo más amplio y polifacético para Ucrania, al que contribuye el Plan de Acción del Consejo de Europa «Resiliencia, Recuperación y Reconstrucción».
En reuniones aparte con altos cargos demócratas y republicanos de los Comités de Asuntos Exteriores y de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes y el Senado, también hubo consenso sobre la necesidad de encontrar formas de proporcionar a Ucrania la ayuda que necesita, y tuvieron lugar varias intervenciones razonadas sobre otras cuestiones acuciantes, entre ellas la necesidad de abordar el retroceso democrático.
Tras sus reuniones, el secretario general adjunto dijo, a modo de reflexión: «Es muy alentador ver que, dejando a un lado las divergencias políticas, tanto en el poder ejecutivo como en el poder legislativo de los Estados Unidos existe la opinión generalizada de que tenemos que ayudar a Ucrania y luchar contra el tipo de retroceso democrático que allanó el camino para la atroz guerra ilegal de agresión de Rusia en ese país. También hemos hablado de la rendición de cuentas y la justicia como cimientos de una paz duradera. Estos principios sustentan el nuevo Registro de Daños».
Como invitado a la ceremonia anual de los Premios Toner a la Excelencia en la Información Política, celebrada esa noche, el secretario general adjunto escuchó las reflexiones del ponente principal, el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, y de otros, centradas en la importancia de la libertad de los medios de comunicación y la lucha contra la desinformación. Esta prestigiosa ceremonia está organizada por la SI Newhouse School of Public Communications de la Universidad de Syracuse.
Tanto en esa cena como en una visita al campus de Syracuse en el estado de Nueva York al día siguiente, Bjørn Berge mantuvo varias conversaciones sobre Ucrania, sobre el progreso de la integración de la labor del Consejo de Europa en materia de medio ambiente, IA y desinformación, y sobre la forma en que la organización y la Universidad pueden colaborar estrechamente en virtud del Memorando de Entendimiento conjunto firmado el año pasado. El secretario general adjunto se reunió con la rectora Gretchen Ritter y altos cargos y profesores de la Maxwell School of Citizenship and Public Affairs, así como del Moynihan Institute of Global Affairs. También mantuvo debates interactivos con estudiantes y profesores, incluida una sesión de preguntas y respuestas tras su discurso titulado «Nacionalismo, autoritarismo y guerra: ¿estamos avanzando hacia el pasado?».
El último día de su visita, Bjørn Berge estuvo en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, donde se reunió con Miroslav Jenča, subsecretario general para Europa, Asia Central y las Américas del Departamento de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz. También se reunió con la embajadora Merete Fjeld Brattested, representante permanente de Noruega ante la ONU, y con la embajadora Vanessa Frazier, representante permanente de la República de Malta ante la ONU. Actualmente Malta forma parte del Consejo de Seguridad de la ONU y ocupa la Presidencia de la OSCE.
«Lo más sorprendente de todas estas reuniones ha sido el nivel de acuerdo en relación con los problemas a los que se enfrentan las democracias hoy en día, y la necesidad de hacer causa común para abordarlos. Ya existe una buena cooperación. Ahora debemos buscar formas de seguir avanzando, unidos en nuestra determinación», concluyó el secretario general adjunto.